domingo, 11 de enero de 2015

LA TOLERANCIA FRENTE A LA INTOLERANCIA

Charb, el director de ´Charlie Hebdo´ y una de las víctimas del salvaje atentado del miércoles pasado, no entendía la tolerancia de los franceses con la intolerancia de los fanáticos de la religión. Esa tolerancia que les lleva a poner la alfombra a integristas islámicos que regresan de su entrenamiento terrorista en Yemen o que les impele a sacar de la cárcel antes de tiempo a quienes colaboraron en el intento de evasión de un famoso yihadista.
A Charb la tolerancia de los franceses le costó la vida, como a otros dieciséis compatriotas, periodistas, dibujantes, policías y ciudadanos tomados como rehenes por tres salvajes embarcados en la guerra santa promovida por Al Qaeda.
No es momento para exigir reflexiones a la ciudadanía del país vecino, sumida en el dolor y la indignación. Tampoco es para ellos el momento de pedir cuentas a los dirigentes de la seguridad y de la justicia galas, cuyos fallos en cadena han permitido el peor atentado sufrido por Francia en los últimos cuarenta años. 
En España somos diferentes. Si se hubiera producido aquí la misma catástrofe en cadena, ya estaríamos pidiendo dimisiones, desde el juez de vigilancia peni- tenciaria al ministro del Interior pasando por el presidente del Gobierno y el responsable de dar protección al semanario de humor amenazado por los yihadistas.
Sin embargo, también para los franceses, como para el resto de los ciudadanos de la Unión Europea, llegará el momento de reflexionar sobre la política de integración de las minorías musulmanas. Algo se ha hecho mal en los últimos años cuando hemos consentido la proliferación de fanáticos que se han formado en el odio más brutal a la sociedad que les acogió. En Francia la policía tiene controlados a cinco mil posibles yihadistas, y en España existe también un significativo número de musulmanes bajo vigilancia ante la posibilidad de que se vuelvan radicales activos.

Fernando Oliva López

viernes, 9 de enero de 2015

GOOGLE




 En 2013 el buscador más conocido,Google,  se convertía  en la cuarta empresa de Wall Street que rompía  la barrera de los 1.000 dólares por acción(740 euros). A lo largo del día sus títulos subieron y bajaron alrededor de esa barrera psicológica, llegó a acumular alzas del 12%, con picos en los 1.111 dólares, aunque al cierre del mercado rondaba los 1.007 dólares. Sólo con lo que aumentó el valor en Bolsa de Google se podría comprar todo Repsol y aun quedarían más de 3.650 millones de euros 'de calderilla'.

Todo ello en un día en el que la Bolsa de Estados Unidos celebraba una cascada de buenos beneficios empresariales y se olvida , al menos por el momento, de la crisis de deuda y del cierre de la Administración federal.

Google es uno de los grandes vencedores, a pesar de que su estructura accionarial hace que las acciones que se intercambian en el mercado apenas tengan derechos de voto en el consejo y la compañía esté controlada en la práctica por tres personas: los cofundadores, Sergey Brin y Larry Page, y el ex consejero delegado, Eric Schmidt. Aunque también tiene algunos problemas, derivados fundamentalmente del recorte de sus márgenes y de la adaptación al móvil. 

 


JAIME ROMERO CISNEROS

LA PARADOJA DE LA GLOBALIZACION






El libro plantea un tema que ha adquirido 
 importancia, a raíz de la crisis del euro, una candente actualidad. Se trata del conflicto entre decisiones democráticas a escala de cada nación y decisiones tecnócratas a escala supranacional. En el libro, el autor presenta un argumento a favor de un modelo de globalización atemperado, que sea respetuoso con las democracias nacionales y que esté fundamentado en un entramado muy elemental de reglas internacionales.
Ahora que nos enfrentamos a unos desafíos globales tanto en el comercio, como en las finanzas como en los mercados laborales, la bien fundamentada propuesta de Rodrik muestra el camino hacia una prosperidad equilibrada y sostenible.
Si hablamos de la parte Nuevo casting para narrar la globalización, nos sitúa un poco en la forma y estructura que tiene la economía en diferentes zonas y también hace una reflexión de sus libros anteriores, por qué los ha escrito, en qué se ha basado y como consiguió llegar a esas conclusiones, ayudado por diferentes personajes históricos y afrontando diferentes situaciones.
Para concluir cabe decir que es un libro que nos ayudara a conocer mejor los problemas de hoy en día y a tener una visión distinta de los problemas que nos rodean.

JAIME ROMERO CISNEROS