Charb, el director de ´Charlie Hebdo´ y una de las víctimas del salvaje atentado del miércoles pasado, no entendía la tolerancia de los franceses con la intolerancia de los fanáticos de la religión. Esa tolerancia que les lleva a poner la alfombra a integristas islámicos que regresan de su entrenamiento terrorista en Yemen o que les impele a sacar de la cárcel antes de tiempo a quienes colaboraron en el intento de evasión de un famoso yihadista.
A Charb la tolerancia de los franceses le costó la vida, como a otros dieciséis compatriotas, periodistas, dibujantes, policías y ciudadanos tomados como rehenes por tres salvajes embarcados en la guerra santa promovida por Al Qaeda.
No es momento para exigir reflexiones a la ciudadanía del país vecino, sumida en el dolor y la indignación. Tampoco es para ellos el momento de pedir cuentas a los dirigentes de la seguridad y de la justicia galas, cuyos fallos en cadena han permitido el peor atentado sufrido por Francia en los últimos cuarenta años.
En España somos diferentes. Si se hubiera producido aquí la misma catástrofe en cadena, ya estaríamos pidiendo dimisiones, desde el juez de vigilancia peni- tenciaria al ministro del Interior pasando por el presidente del Gobierno y el responsable de dar protección al semanario de humor amenazado por los yihadistas.
Sin embargo, también para los franceses, como para el resto de los ciudadanos de la Unión Europea, llegará el momento de reflexionar sobre la política de integración de las minorías musulmanas. Algo se ha hecho mal en los últimos años cuando hemos consentido la proliferación de fanáticos que se han formado en el odio más brutal a la sociedad que les acogió. En Francia la policía tiene controlados a cinco mil posibles yihadistas, y en España existe también un significativo número de musulmanes bajo vigilancia ante la posibilidad de que se vuelvan radicales activos.
Fernando Oliva López
domingo, 11 de enero de 2015
viernes, 9 de enero de 2015
En
2013 el buscador más conocido,Google,
se convertía en la cuarta empresa
de Wall Street que rompía la barrera de los 1.000 dólares por acción(740 euros). A lo
largo del día sus títulos subieron y bajaron alrededor de esa barrera
psicológica, llegó a acumular alzas del 12%, con picos en los 1.111 dólares,
aunque al cierre del mercado rondaba los 1.007 dólares. Sólo con lo que aumentó
el valor en Bolsa de Google se podría comprar todo Repsol y aun quedarían más de 3.650 millones
de euros 'de calderilla'.
Todo ello en un día en el que la Bolsa de
Estados Unidos celebraba una cascada de buenos beneficios empresariales y se
olvida , al menos por el momento, de la crisis de deuda y del cierre de la
Administración federal.
Google es uno de los grandes vencedores, a
pesar de que su estructura accionarial hace que las acciones que se
intercambian en el mercado apenas tengan derechos de voto en el consejo y la
compañía esté controlada en la práctica por tres personas: los cofundadores, Sergey Brin y Larry Page, y el ex consejero delegado, Eric Schmidt. Aunque
también tiene algunos problemas, derivados fundamentalmente del recorte de sus
márgenes y de la adaptación al móvil.
JAIME ROMERO CISNEROS
LA PARADOJA DE LA GLOBALIZACION
El libro plantea
un tema que ha adquirido
importancia, a raíz de la crisis del euro, una
candente actualidad. Se trata del conflicto entre decisiones democráticas a
escala de cada nación y decisiones tecnócratas a escala supranacional. En el
libro, el autor presenta un argumento a favor de un modelo de globalización
atemperado, que sea respetuoso con las democracias nacionales y que esté
fundamentado en un entramado muy elemental de reglas internacionales.
Ahora
que nos enfrentamos a unos desafíos globales tanto en el comercio, como en las
finanzas como en los mercados laborales, la bien fundamentada propuesta de
Rodrik muestra el camino hacia una prosperidad equilibrada y sostenible.
Si
hablamos de la parte Nuevo casting para narrar la globalización, nos sitúa un
poco en la forma y estructura que tiene la economía en diferentes zonas y
también hace una reflexión de sus libros anteriores, por qué los ha escrito, en
qué se ha basado y como consiguió llegar a esas conclusiones, ayudado por
diferentes personajes históricos y afrontando diferentes situaciones.
Para
concluir cabe decir que es un libro que nos ayudara a conocer mejor los
problemas de hoy en día y a tener una visión distinta de los problemas que nos
rodean.
JAIME ROMERO CISNEROS
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